Come Hasta Que Estés Lleno, No Relleno
He aquí lo que pasa: la comida puede ser algo bueno cuando
se consume en la cantidad y de la calidad adecuada. La comida es tu
combustible y debería ser tu medicina. Cuando ingieres alimentos frescos
y saludables hasta que estás lleno, te das cuenta de tus calorías
están en el porcentaje perfecto. Si eres mujer, tu necesidad de energía
es entre 1.200 y 1.800 calorías (el número de calorías que necesitas
tiene que ver con la edad, tamaño y el nivel de actividad física). Si
eres hombre, necesitas entre 1.800 y 3.000 calorías. Usando estos
números como guía, comprueba si has estado comiendo demasiado poco y te
estás quedando corto con las calorías. Si es así, es tiempo de aumentar
tu consumo. Si estás exagerando es tiempo de reducir.
Los alimentos que contienen muchos nutrientes, con alta fibra y bastante agua, te ayudarán a llenarte sin preocuparte de pasarte con el número de calorías. Te sentirás lleno más rápidamente y estarás satisfecho por más tiempo. Cuando le das al cuerpo la comida que él reconoce, éste absorbe fácilmente los nutrientes que necesita para el funcionamiento óptimo del metabolismo y para mantener una salud excepcional.
Concéntrate en dispersar tus calorías uniformemente a lo largo del día, comiendo cada cuatro horas — tres comidas y una merienda. Aquí te va otro truquito: usar los platos de ensalada en vez de los de comida, puede engañar tu mente. Te sentirás más satisfecho con menos comida y una vez que termines, será más difícil que llenes ese plato nuevamente.
Recuerda que al fin y al cabo, el número de calorías que ingieras, unido al ejercicio, es un componente probado en la ecuación del buen mantenimiento de la pérdida de peso. Conoce cuántas calorías necesitas y mantente lo más cerca posible de ese número.
El Gran Balance
Hay algo más aparte de perder peso en toda esta ecuación: el balance. Se aplica a todas las cosas, desde las hormonas y la nutrición hasta las relaciones y la carrera. Asegúrate de que te esfuerzas en mantener un balance saludable en tu vida. Trabaja duro para ser lo que quieras ser, cuídate, haz lo que es importante y verás cómo todo se ponga en su lugar. Calorías para dentro, calorías para fuera. Respira energía positiva y suelta la energía negativa. Toma el amor y da el amor. Flujo y reflujo.
Los alimentos que contienen muchos nutrientes, con alta fibra y bastante agua, te ayudarán a llenarte sin preocuparte de pasarte con el número de calorías. Te sentirás lleno más rápidamente y estarás satisfecho por más tiempo. Cuando le das al cuerpo la comida que él reconoce, éste absorbe fácilmente los nutrientes que necesita para el funcionamiento óptimo del metabolismo y para mantener una salud excepcional.
Concéntrate en dispersar tus calorías uniformemente a lo largo del día, comiendo cada cuatro horas — tres comidas y una merienda. Aquí te va otro truquito: usar los platos de ensalada en vez de los de comida, puede engañar tu mente. Te sentirás más satisfecho con menos comida y una vez que termines, será más difícil que llenes ese plato nuevamente.
Recuerda que al fin y al cabo, el número de calorías que ingieras, unido al ejercicio, es un componente probado en la ecuación del buen mantenimiento de la pérdida de peso. Conoce cuántas calorías necesitas y mantente lo más cerca posible de ese número.
El Gran Balance
Hay algo más aparte de perder peso en toda esta ecuación: el balance. Se aplica a todas las cosas, desde las hormonas y la nutrición hasta las relaciones y la carrera. Asegúrate de que te esfuerzas en mantener un balance saludable en tu vida. Trabaja duro para ser lo que quieras ser, cuídate, haz lo que es importante y verás cómo todo se ponga en su lugar. Calorías para dentro, calorías para fuera. Respira energía positiva y suelta la energía negativa. Toma el amor y da el amor. Flujo y reflujo.
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